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jueves, 31 de octubre de 2013

La tradición de Halloween

"Jack O'Lantern", de Rado Javor cortesía de Deviant Art (http://www.deviantart.com/)


Desde hace apenas unos años, influenciado por la arrolladora presencia de la cultura norteamericana en la sociedad actual, ha empezado a proliferar por toda Europa la celebración de una antiquísima festividad de origen anglosajón que posee casi tantos detractores como seguidores. Me refiero a la festividad de Halloween, una festividad que convierte la tarde-noche del 31 de octubre en un deambular por nuestras calles de sucedaneos de monstruos, brujas, zombies y un sin fin de criaturas de la noche, más o menos terroríficas, que se apuntan a la conocida expresión del trick-or-treating (dulce o truco).

Pero, ¿qué es realmente Halloween? ¿Celebraría más de uno esta festividad si supiesen, realmente, a qué se dedica este día? Antes de nada, debemos conocer una cosa importante: la noche de Halloween no tiene nada que ver con la noche de brujas, por lo que el disfrazarse de criatura de la noche no tiene demasiado sentido. 

La llamada Noche de Brujas o de Walpurgis (Walpurgisnacht) es una tradición propia de centro Europa y de Escandinavia, la cual se celebra entre la noche del 30 de abril al 1 de mayo. Su nombre se debe en honor a santa Walpurga de Heidenheim (710–777), una misionera anglosajona de la Orden Benedictina que evangelizó una de las regiones pertenecientes al Imperio Franco, concretamente la zona de la actual región de Baden-Wurtemberg (Alemania). 

 
St. Walpurga y el mendigo, de Heinster Buffó (1134).

El origen de esta festividad procede de la festividad pagana de Beltane, de los antiguos pueblos germánicos, donde adoraban e invocaban a Belenos, dios del fuego, y a otras deidades menores de la fertilidad durante la noche del 30 de abril, noche que servía de transición entre la primavera y el verano. Como durante la misma se prendían hogueras para purificar con el humo a los celebrantes, la festividad terminó confundiéndose en algunos lugares como propias de la brujería. Para eliminar esa posible influencia maligna, la Iglesia trasladó al 1 de mayo la onomástica de santa Walpurga , cogiendo así el nombre de noche de Walpurgis

Así pues, descartando la relación con la noche de brujas, hay que pasar a explicar qué es Halloween. 

La palabra "Halloween" proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa All Hallows' Even (es decir, víspera de Todos los Santos) y hace referencia a una fiesta de origen celta cuyos orígenes se entroncan con la celebración del Samhain la festividad más importante de su calendario, en la que la noche del 31 de octubre servía como celebración del final de la temporada de cosechas en la cultura celta, considerándose como el Año Nuevo Celta, que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo.

Durante el Samhain era costumbre vaciar nabos para poner velas en su interior aunque, con el paso de los siglos y gracias a una tradición irlandesa, comenzaron a utilizarse calabazas, tal y como se mantiene hoy en día. Según las creencias celtas, se pensaba que la línea que unía el mundo de los vivos con el de los muertos se estrechaba durante esa noche, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) regresar a nuestro mundo, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados ya fallecidos. Los espíritus de los ancestros difuntos eran invitados y agasajados. Con la idea de mantener a dichos espíritus contentos, alejándolos de sus hogares, se dejaban ofrendas de comida en el exterior de las cabañas, una tradición que ha ido evolucionando con el tiempo, convirtiéndose en lo que hacen los niños en la actualidad al ir de casa en casa pidiendo dulces. Por otro lado, se intentaba alejar a los espíritus malvados. Para ello, según la mayoría de los folcloristas, los celtas intentaban adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado por ellos, usando tanto trajes como máscaras con los que lo ahuyentaban. 

Fue, precisamente, esa vinculación con los espíritus la que hizo que el Samhain acabase siendo demonizado por la Iglesia, por lo que se cambió la festividad de Todos los Santos del 13 de mayo al 1 de noviembre, durante el pontificado de Gregorio IV (827–844).




Los inmigrantes irlandeses que llegaron a América del Norte durante la Fiebre de la Patata (1845-1849) buscando mejores expectativas económicas, trajeron consigo estas tradiciones, donde quedaron fuertemente arraigadas. Los irlandeses también llevaron al continente americano la costumbre de tallar calabazas, vaciándolas para introducir una vela en su interior y formar así una especie de farol, al que se le conoce con el nombre de Jack-o'-Lantern




El personaje de Jack-o'-Lantern es muy popular en el folclore irlandés. Según la leyenda más extendida, Jack era un perezoso pero astuto granjero que engañó al Diablo, que se le había aparecido, haciéndole subir a un manzano, y luego puso rápidamente cruces alrededor para que éste no pudiera bajarse. Jack sólo dejó marchar al Diablo cuando le prometió no llevarse su alma jamás. Al morir Jack y puesto que su vida había sido demasiado pecaminosa como para poder ir al cielo y sin poder reclamar el Diablo su alma debido a su promesa, se quedó también fuera del infierno. Como el alma de Jack no tenía donde ir ni luz con la que alumbrarse por donde deambulase, el Diablo le arrojó, a modo de burla, una brasa que nunca dejaría de arder con el fuego del infierno. Jack cogió un nabo, su comida preferida, lo ahuecó, puso la brasa en su interior y comenzó a vagar eternamente y sin rumbo por todo el mundo, hasta encontrar un lugar donde finalmente descansar. Entonces pasó a ser conocido como Jack-o’-Lantern (Jack el de la linterna). Esta linterna en Irlanda era un nabo tallado con la supuesta cara tenebrosa de Jack, la cual solía  colocarse en las ventanas para ahuyentar al diablo y a todo espíritu maligno de sus hogares.


Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados...y así hasta hoy en día, donde han regresado al viejo continente con más fuerza que nunca. De manera progresiva, se le añadieron diversos elementos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes que ya habían en el país, hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, zombies y monstruos de toda índole.

Primer desfile de Halloween, Minnesota (1921)

El trick-or-treating (dulce o truco) fue uno de los últimos elementos que se incorporó a la celebración del Halloween en los Estados Unidos. Los primeros registros datan de los primeros años de la década de 1920, aunque sólo empezó a popularizarse y difundirse en Norte América con la campaña Trick-or-Treat que creó UNICEF en 1950, un movimiento que perseguía recaudar fondos para los niños más necesitados tras la Segunda Guerra Mundial.

 Así pues, el verdadero significado de Halloween no tiene nada que ver con esas brujas ni esqueletos que veremos por las calles y en alguna que otra fiesta discotequera, esperando a ver quién gana el concurso al mejor disfraz de la noche...con su barra libre de premio.