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domingo, 20 de julio de 2014

El misterio de la colonia perdida


La historia de la primera colonia inglesa fundada en tierras de Norteamérica sigue fascinando y dividiendo a investigadores y cronistas desde hace más de 400 años, debido a la posibilidad de que nos encontremos ante una leyenda urbana.


Un poquito de historia...


Este caso comienza a gestarse en el año 1585, cuando los capitanes ingleses Arthur Barlowe y Phillip Amadas, corsarios bajo las órdenes de Drake, junto con un pequeño grupo de puritanos, desembarcaron en la isla de Roanoke, frente a las costas de lo que hoy en día es Carolina del Norte. A pesar de que, en un primer momento, la relación con los nativos que habitaban la zona no era mala, pronto comenzaron las tiranteces. Es por ello que cuando su jefe, el corsario inglés Sir Francis Drake, llegó a la isla en 1586, el pequeño grupo regresó a Inglaterra con él. 

Poco después, el vicealmirante Sir Richard Grennville (también corsario, por casualidad…) volvió a la isla de Roanoke con provisiones para el pequeño grupo de colonos, puesto que no supo de su regreso a Europa, pero al no encontrar allí a nadie volvió a Inglaterra no sin antes dejar en la isla a una guarnición de 15 soldados para mantener la posición como avanzadilla en la zona. Se cree que este pequeño grupo sufrió las acometidas de los indios locales, marchándose los supervivientes rumbo a Inglaterra, aunque no hay constancia escrita de este hecho. Sea como fuere, nunca más se volvió a saber acerca de estos 15 soldados.

A finales de julio de 1587, un nuevo grupo de colonos puritanos, formado por 90 hombres, 17 mujeres y 11 unos niños, llegaron de nuevo a la isla de Roanoke, con la idea de llevar a cabo un segundo intento de colonizar la isla, estableciendo un asentamiento permanente en el Nuevo Continente. Esta expedición, capitaneada por John White, que ya había estado en la primera expedición a la isla, fue financiada en su totalidad por Sir Humphrey Gilbert, bajo el auspicio de la Corona Inglesa. El día 18 de agosto de ese mismo año, se recogió en las crónicas el nacimiento del primer niño ingles en América, una niña en este caso, Virginia Dare, nieta de John White.


El bautismo de Virginia Dare, el primer niño inglés nacido en América. Litografía de 1880


Durante las primeras semanas tras la llegada de los colonos fueron esperanzadoras, respecto a la convivencia con las tribus locales. La tribu de los croatoan se mostraba bastante colaboradora con el asentamiento inglés, mientras que sus vecinos, los secatoan, pese a que no se relacionaban con los recién llegados, no se mostraban hostiles hacia ellos.

De alguna manera muy poco clara, a finales de 1587 el colono George Howe apareció muerto en una playa de la zona de Albemarle Sound, cuando había salido a pescar cangrejos. Tras este hecho, se especuló con la posibilidad de que alguna de las tribus locales le hubiesen asesinado por lo que, temiendo por primera vez por sus vidas, los colonos le pidieron al gobernador White que se embarcase rumbo a Inglaterra para informar a la reina Isabel de su situación en la isla, a la vez que volviese con suministros, pues los recursosya empezaban a escasear en la zona.

Cuando White regresó a Londres, se vio atrapado en la capital por la guerra del Reino Unido contra la España de Felipe II (la famosa guerra donde nos “lucimos” con la Armada Invencible…) y la falta de fondos por parte de la corona, por lo que no podría volver a Roanoke hasta que la guerra terminase.  Pasaron tres años hasta que John White pudo regresar a la isla de Roanoke; fue el 18 de agosto de 1590, el mismo día en el que su nieta cumpliría 3 años…


El misterio


Lo que White se encontró a su regreso, fue que los 117 colonos que había dejado allí hacia tres años, habían desaparecido sin dejar rastro. Las casas que se habían construido estaban totalmente desmanteladas y los establos,  vacíos. Lo único que los colonos habían dejado en el lugar fueron dos tumbas (una de ellas, quizá perteneciente a George Howe), además de una misteriosa palabra escrita en un poste, Croatoan y las letras Cro talladas en la corteza de un árbol cercano. Eso fue lo único que quedó de un asentamiento de más de 100 personas.
 No se encontraron signos de violencia, ni de una huida apresurada por parte de los colonos; simplemente no se encontró nada. Todo esto hizo suponer a White que los colonos se habrían trasladado con los croatoan, viviendo junto y allí mezclado con la población local, aunque no pudo comprobarlo, puesto que una gran tormenta se desencadenó sobre el poblado, poniendo en grave peligro tanto a la expedición, como al buque que les había llevado a Roanoke. El capitán del barco advirtió a White que debían partir de manera inmediata si querían conservar sus vidas y la integridad del navío. Regresó a Inglaterra y comenzó así la leyenda de la “colonia perdida” que aun hoy en día permanece en el misterio.

 

Una de hipótesis varias...



Diferentes hipótesis se han intentado presentar desde la misma fecha de la desaparición para tratar de encontrar una explicación sobre el destino y el paradero de la “colonia perdida”.

La primera idea fue que los colonos, ante la falta de provisiones, se marchasen a vivir junto a los croatoan. Esta idea no es concluyente, pues no se sabe por qué alguien escribió solo “cro” en uno de los arboles, lo que podría indicar que la colonia se había ido de manera tan apresurada que, quien fuese, no pudo terminar de escribir el mensaje.

Se especuló con la posibilidad de un ataque externo, bien por parte de los nativos o de los españoles, aunque no se halló ninguna señal con la cruz de malta en el asentamiento, señal que era la convenida para indicar que la colonia había sido víctima de un ataque. Además, cabe recordar que nunca se encontraron signos de violencia en el fuerte.

También se ha descartado la posibilidad de que los colonos hubiesen intentado emprender el viaje de vuelta a Inglaterra por sus medios, puesto que no había entre ellos ni personal para gobernar un navío ni, mucho menos, para construirlo. Además, de haber sido posible esta posibilidad, los colonos hubiesen dejado constancia de sus planes y de la fecha de su partida.+

Se barajó la posibilidad de que hubiesen sucumbido al ataque de alguna tribu caníbal (de ahí que no se encontrasen restos de seres humanos), pero es muy poco probable pues no se tiene constancia de la existencia de tales prácticas en la zona.

Recientemente, utilizando técnicas más modernas, se ha planteado una nueva hipótesis, la de que los colonos se hubiesen mezclado con la tribu cercana de los lombee, puesto que estos individuos presentan rasgos europeos, como la piel y los ojos claros, que no se corresponden con las características antropomórficas de la zona ni de las tribus vecinas, todas descendientes de los algonquinos. No obstante, los estudios de ADN que se llevaron a cabo en la Universidad de Texas no arrojaron resultados concluyentes.


Es decir, a día de hoy, continúa siendo un completo misterio la desaparición de la colonia perdida y permanece en el enigma que significaba aquella misteriosa palabra tallada en la madera croatoan”.

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